Ultima vuelta

"No pude hablar antes porque estaba almorzando", arranca Jeremías con su clásica tonada cordobesa. El piloto de Quads que terminó segundo este Dakar, comió "pastas" y se dedicó unos minutos para charlar con Última Vuelta.
 

19 años y en el Dakar, vas en contra todos los pronósticos de la competencia
 

La verdad que el Dakar es duro, todo lo que se dice, pero hace bastante que entreno, me preparo, es una carrera dura. Yo desde los 14 que corro en cross contry. Me entrené de muy temprano. No cai de un dia para el otro, hay mucho laburo.
 

El año pasado, tus papas firmaron papeles para los pasos de fronteras, ¿no? ¿Cómo fueron esos tramites?
 

El apoyo de mis viejos es fundamental, es clave. Sin ellos no voy a ningún lado. Mi papá siempre me acompañó en todo. Renegamos bastante con ese tema de carnets porque yo tenía 17 años, cumplía 18 el 13 de diciembre, asique tenia que explicarles a todos que para la fecha que iba a pasar la frontera ya iba a ser mayor. (risas)

¿Como te sentís vos en el Dakar? Es una competencia muy dura, siendo tan joven, ¿cómo la llevas?
 

Yo creo que físicamente tengo un plus más por mis 19 años, eso ayuda un monton. Por ahí sufro menos, me parece a mi. Es una locura, todo pasa rápido, no entendes nada, yo lo disfruto mucho. Día a día lo disfruto porque se me pasa rápido. Ya estoy pensando en correr el próximo año. Quiero estar el próximo año, si todo sale bien

A pesar que es solo un año: ¿Qué cambio pudiste notar en vos del anterior a este?
 

Me sirvió como piloto un montón, y como equipo me sirvió mucho en saber como entrenarme, donde faltaba preparación y donde estaba bien, me sirvió en cuanto a logistica, agregamos y sacamos equipo. Sin duda el primer año renegas un montón, si no lo vivis no lo aprendés. Renegas un montón pero todo te sirve.
 

¿Cómo viviste este Dakar en especial?
 

El objetivo era el podio, después del Dakar pasado quería terminar en el podio. La etapa que gane, en Bolivia, llegué muy tarde. Arranqué con los últimos quads, hice kilometros y los pasé. Estuve solo no veía a nadie, no tenía ni idea como venía y estaba ganando y yo ni enterado, me enteré cuando llegué (risas). Yo en ese momento tenia pensado correr, después iba a pensar lo que estaba pasando.
 

¿Y ahora caes?
 

Yo no caigo. A mi lo único que me gusta es ir a corer y divertirme. Lo hago con todo gusto. Lo demás viene solo. A mi me gusta agarrar el cuatri y correrlo. No me cambio en nada. Tengo una alegría enorme nada más.
 

¿Tuviste alguna anécdota graciosa este año?
 

Antes de largar en Uyuni, era un día asqueroso, tenia los guantes mojados y veo a un militar que creo que custodiaba. Y tenía unos guantes espectaculares. “Cambiame  los guantes que me congelo”, le dije. Y medio que la pensó y después me los dio. Me salvaron toda la etapa, te digo (risas). Y ese mismo día, llegando a Chile tenia las antiparras todas rayadas por el clima y también vi a uno ahi y le dije si no me las cambiaba, y me las cambió. Asique esa etapa la corrí con todo prestado (risas).