30 de Abril
EL PASE QUE NO FUE
Ayrton Senna y Ferrari parecía un romance que se iba a cerrar en algún momento de la carrera del astro brasileño. Luca di Montezemolo contó como fue aquella reunión en Italia donde comenzaba la gesta para que el tricampeón del Mundo se suba al monoplaza de la Scuderia.
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El aniversario de la desaparición física de Ayrton Senna remueve viejos momentos de la vida del brasileño en sus tiempos de astro de la Formula Uno: Ferrari aparecía como el equipo en donde el campeón del mundo iba a correr.
“Quiso venir a Ferrari y yo quería que viniera al equipo”, dijo el actual Presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo. Y contó: “Cuando estuvo en Italia, para disputar el Gran Premio de San Marino, nos reunimos en mi casa de Bolonia, me dijo que apreciaba mucho
la posición que habíamos tomado contra el exceso del uso de las ayudas electrónicas para el pilotaje, que no dejaba ver realmente el valor de cada piloto.
Senna estaba en Williams con pocos resultados, descontento transitando su décima temporada dentro de La Máxima, ya tenía tres Campeonatos del Mundo y la casa de Maranello seducía al brasileño.
“Ayrton me dejó en claro que quería terminar su carrera en Ferrari, quedamos en volver a reunirnos pronto, para intentar averiguar cómo podríamos superar las obligaciones contractuales que tenía en ese momento”, detalló el funcionario italiano.
El fatídico fin de semana del 1 de mayo de 1994 llegó, el mundo de la F1 se vestía de negro y lloraba a uno de los más grandes pilotos de su historia.
“Ferrari era el sitio ideal para continuar su carrera”, sentenció di Montezemolo. Y concluyó: “Por desgracia, el destino nos robó a Senna y a Ratzenberger en uno de los fines de semanas más tristes de la historia de la Formula Uno”.
“Quiso venir a Ferrari y yo quería que viniera al equipo”, dijo el actual Presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo. Y contó: “Cuando estuvo en Italia, para disputar el Gran Premio de San Marino, nos reunimos en mi casa de Bolonia, me dijo que apreciaba mucho
la posición que habíamos tomado contra el exceso del uso de las ayudas electrónicas para el pilotaje, que no dejaba ver realmente el valor de cada piloto.
Senna y di Montezemolo
Senna estaba en Williams con pocos resultados, descontento transitando su décima temporada dentro de La Máxima, ya tenía tres Campeonatos del Mundo y la casa de Maranello seducía al brasileño.
“Ayrton me dejó en claro que quería terminar su carrera en Ferrari, quedamos en volver a reunirnos pronto, para intentar averiguar cómo podríamos superar las obligaciones contractuales que tenía en ese momento”, detalló el funcionario italiano.
El fatídico fin de semana del 1 de mayo de 1994 llegó, el mundo de la F1 se vestía de negro y lloraba a uno de los más grandes pilotos de su historia.
“Ferrari era el sitio ideal para continuar su carrera”, sentenció di Montezemolo. Y concluyó: “Por desgracia, el destino nos robó a Senna y a Ratzenberger en uno de los fines de semanas más tristes de la historia de la Formula Uno”.
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